Una hipoteca es un contrato mediante el cual se toma como garantía de un crédito a un bien, que generalmente es un inmueble. Las hipotecas dependiendo del interés se dividen en tres tipos:
- Fijas: el tipo de interés se mantiene durante todo el préstamo y nunca cambia. Es decir, se paga la misma cuota cada mes sin que el cambio de intereses influya. En este tipo de hipotecas se establecen plazos de pago cortos de 12 a 15 años, por lo tanto las cuotas son elevadas.
- Variable: dependiendo de la fluctuación de intereses, el cliente asume la alteración del monto. Esto quiere decir que se establece un monto fijo de la cuota mensual pero puede variar de acuerdo a la evolución de los tipos de intereses, en caso de subir, el plazo de pago se alarga o viceversa.
- Mixta: al inicio se establece una tasa fija pero más tarde varía. Puede ocurrir que en un periodo superior a un año debas pagar las misma cantidad de dinero, pero con el transcurso del tiempo el monto cambia. Este tipo de hipoteca es poco común.
¿Sabes qué son las comisiones?
Las comisiones deben tomarse en cuenta al momento de solicitar un préstamo hipotecario, ya que se establecen de acuerdo a la disponibilidad económica de la persona natural. Es decir, la comisión de apertura se refiere a los gastos que asume la entidad financiera de acuerdo al estudio y tramitación del préstamo. La comisión por cancelación anticipada se refiere a los intereses calculados en base a la totalidad del préstamo y solo se aplica cuando lo pagas antes de que el plazo se venza.
Elementos del contrato de una hipoteca
Personales: son dos partes las que intervienen en el contrato, el cliente solicitante de la hipoteca que debe cumplir con la deuda y el acreedor hipotecario.
Formales: es necesario que el contrato de hipoteca se establezca de forma escrita.
Reales: se refiere a los bienes hipotecables y los créditos susceptibles que son garantizados en el contrato.
