Mes: Febrero 2018

Durante el 2017, se registró la mayor subida en los precios de viviendas nuevas desde 2007

Al finalizar el año, la Sociedad de Tasación emitió su informe anual de las tendencias del sector inmobiliario. Este se compuso de los datos recogidos en unos 400 municipios.

Cataluña se posicionó como la comunidad con costes más altos por metro cuadrado (3.452 euros), seguida por Madrid y País Vasco. Mientras que Extremadura, contrariamente, mostró el precio por vivienda más bajo (1.148 euros por metro cuadrado). Incluso por debajo de Murcia y La Rioja para sorpresa.

El precio medio de una vivienda nueva en España incrementó, en el segundo semestre del año, un 3,3 % en las capitales de provincia (2.227 euros por metro cuadrado). En las ciudades que no son capitales de provincias, el estudio situó los precios en 1.580 euros por metro cuadrado.

Cataluña: disminuye la confianza en el crecimiento del sector

La Sociedad de Tasación determinó que el índice de confianza, después de 5 años de crecimiento, se mantiene constante en 56.8 puntos –en una escala de 100 puntos– durante la segunda mitad del año.

Observando por comunidades autónomas, Madrid tiene el índice más alto (61.9). Por el contrario, Castillas La Mancha presenta el valor más bajo (52.7). Sin embargo, Cataluña es la única comunidad en la cual se nota la disminución más significativa en el índice, una caída de puntos: de 58.1 a 56.2.

¿Cuántos años de sueldo se necesitan para acceder a una vivienda?

El estudio mostró que, para el último trimestre del año, el índice de esfuerzo inmobiliario se sitúa en 7.6 años, sin variación con respecto al trimestre anterior y con un suave ascenso de 4 décimas en un año. Esto significa que un ciudadano medio necesitará destinar 7 años y medio de sueldo para comprar una vivienda.

No cambia la capacidad de endeudamiento

Otro índice que se mantiene constante es el de accesibilidad. Tomando como referencia 10 puntos la capacidad suficiente, España cuenta con una media de 104 puntos, y sin mostrar variación en el año. Sin embargo, Baleares, Madrid y Cataluña presentan niveles insuficientes para la adquisición de una vivienda.

Ya 2018 llegó y como cada año, los responsables de las más grandes firmas seleccionan las ciudades que despuntarán, durante los próximos 365 días, en el sector inmobiliario. Entre ellas se nombran Shenzen, en China; Berlín y Hamburgo en Alemania; y Valencia, Sevilla, Madrid y Barcelona, en España para ser protagonistas dentro de los negocios de bienes inmuebles.

Aunque Nueva York, Londres y Tokio – las global cities– no han perdido interés para los inversionistas, la escases de ofertas prima en estas ciudades le dan paso a otras como Hamburgo, Ámsterdam, Berlín o Dublín – conocidas como lifestyle cities– en blanco de inversionistas que buscan expandirse o diversificarse en mercados seguros pero de menor tamaño que las ciudades tradicionales.

El sector inmobiliario inició este nuevo año con mucho optimismo y una fuerte tendencia a la búsqueda de mercados alternativos para suplir las nuevas formas de trabajo y necesidades que surgen en la diversificación de cartera que hacen los inversionistas. A continuación, una lista de las ciudades para invertir en 2018:

1. Berlín: con 3.6 millones de habitantes, es una ciudad que se está reinventando en el área de tecnología y start up. Cuenta con los clientes potenciales y el talento profesional.

2. Hambuergo: es una ciudad con alto desarrollo urbanístico, infraestructura vial y servicios que favorecen el disfrute ciudadano. Esta urbe abre las puertas a sectores como arquitectura, diseño y tecnología.

3. Madrid: sin duda, una ciudad solvente de cara al futuro, que presenta precio por debajo de otras de Europa y en donde los inversores pueden encontrar oportunidades con buenas rentabilidades.

4. Shezen: se mantiene como la ciudad número uno del mundo con mayor incremento de renta. Se posiciona como centro tecnológico.

5. Barcelona: con un gran potencial, es atractiva para todos los segmentos, posicionamiento para “hubs” tecnológicos, demanda turística y retail. Las ciudades de los alrededores de la ciudad condal como Sant Cugat, Terrasa, Sabadell, Badalona y Tarragona también son buenas opciones para invertir con menor coste.

6. Londres: una urbe que resistió a las amenazas del Bretxi, una situación que han aprovechado muchas empresas para invertir en bienes inmuebles e instalarse allí de forma definitiva.

Nuestro mundo está configurado por circuitos, se almacena la información en la nube y los algoritmos procesan los datos que utilizamos en la vida cotidiana. A pesar de esto, el sector inmobiliario ha adoptado pocos cambios: todavía los agentes trabajan con el papel en todas los esferas de sus trabajos.

Retos de la revolución tecnológica en el sector inmobiliario

Ajustar la industria inmobiliaria a servicios de app, almacenamiento en nube y demás ofertas de innovación presenta un gran reto, ya que naturalmente los procesos tienen una gran carga legal y de papeleo que dificulta ajustarlos a la tecnología. También, dentro de un acuerdo típico de propiedad hay un número muy elevado de partes interesadas, esto obstaculiza el uso de aplicaciones.

La revolución no se dio antes porque ha existido, dentro de la industria, interés de dejar las cosas como son, a esto, Taylor agrega que los proveedores de tecnología tampoco se han mostrado como imprescindibles. Pero hay tantos avances del negocio de bienes inmuebles en otros países que resulta tentador.

Transformaciones y cambios en la industria inmobiliaria

Los compradores creen que los procesos no avanzan lo suficientemente rápido, esto hace que aumente el porcentaje de las ventas fracasadas, y también produce en los consumidores inquietudes en buscar formas de resolver las cosas ellos mismos.

El inicio de todos estos cambios es algo fragmentado, es posible que se juntaran todos en un blockchain más adelante para unirse en un sistema. Sin embargo, las transformaciones surgirán primero. Puede que las aplicaciones ayuden a cerrar brecha haciendo los procesos más eficientes.

Los roles de las personas dentro del proceso evidentemente cambiaran junto con la naturaleza de la industria. Los agentes tendrán un papel más importante al asesorar sobre los acuerdos, en lugar de ser un almacén de conocimientos de las propiedades y sus ubicaciones.

Aún no ha llegado, pero el cambio se está gestando con gran velocidad.

El éxito de la aclamada serie norteamericana Mad Men va más allá de su magnífica historia sobre el trabajo de los publicistas, y líos en vida de los empleados, de la agencia Sterling Cooper en la Madison Avenue.

El diseño, la colorización, los vestuarios y escenarios que acompañaron a Don Drapper, durante la década de los 60, ganó el prestigio de la serie y los buenos comentarios de la crítica. Y sin duda, la decoración dispuesta por la interiorista Claudette Didul, en los despachos y elegantes hogares de todos los personajes, fundaron las bases de este triunfo televisivo.

La deco Mid Century está de moda

El gran trabajo de Didul ha puesto de moda la decoración Mid Century. Ya muchos diseñadores, como Michael Anastasiades y el español Carlos Tiscar, han vuelto a utilizar este estilo que se cruza entre las décadas del 50 y 60.

Una vuelta al pasado que se llena de inspiración en piezas de forma simples, pero sin duda con alta funcionalidad y un gran efecto decorativo.

¿En qué consiste la decoración Mid Century?

Es una apuesta por un diseño más tecnológico, funcional y a la vez asequible. Un equilibrio entre las necesidades humanas y la adaptación industrial.

Las formas lineales y limpias dominan en los diseños. Se dejan ver las estructuras, así como la naturaleza, utilizando materiales como la madera. La elegancia sutil domina esta tendencia: todo se elabora con el propósito de distinguir.

Anímate y decora al estilo Mid Century

Ya la serie Mad Men finalizó sus emisiones en la televisión, pero sin duda alguna, quedó para la historia, al igual que sus personajes y las espectaculares decoraciones en las que se desenvolvían.

Ahora, nos deja una moda para rediseñar el interior de nuestros hogares. Los fanáticos de la serie se animarán a convertir sus hogares en un escenario de Mad Men y de seguro los seguirán personas que desean redecorar sus casas.

Es tiempo de cambiar la imagen de todos los días y traer a los años 50 a vivir contigo.

Llegó el invierno y seguramente solo puedes pensar en las descomunales facturas de gas que van a llegar a tu casa debido al uso de la calefacción, la fuente de consumo de gas en invierno por excelencia. Sin embargo, hay opciones para utilizar de forma más eficiente el gas y ahorrar en tu factura.

¿Cuánto pagas por el gas?

Fíjate en el precio que pagas por el gas. En el mercado hay una gran cantidad de ofertas y, depende de la compañía que contrates, encontrarás mejores precios para este servicio. El precio del gas butano y propano está regulado por el gobierno; pero, el gas natural es más económico y tiene mayor oferta.

Mejora tu consumo de gas

Las facturas elevadas no siempre son problema del precio por el que pagas, sino del gasto diario que tiene en tu vivienda. Hay acciones simples que puedes tener en cuenta que ayudarán a ahorrar el consumo de gas, como:

1. Evita desperdiciar agua caliente: no dejes los grifos abiertos.

2. Termina de cocinar con calor residual.

3. Prepara la calefacción con gas: purga los radiadores antes de que empiece el invierno y regula la temperatura.

4. Revisa el aislamiento de tu casa para evitar la pérdida de calor.

Compra a cuotas fijas

La demanda de gas produce el cambio en sus precios durante las distintas temporadas del año, en verano es más económico; sin embargo, en invierno los precios se elevan. La consecuencia es que paga mucho más en invierno por consumo y precio. Afíliate a una compañía donde pagues una cuota fija durante todo el año, así evitarás que pagar más de la cuenta.

Usa gas natural

Si estás usando en tu hogar gas propano o butano cambia las instalaciones a gas natural. Este es más económico y, además, es amigable con el medio ambiente. Es momento de dejar de utilizar otro tipos de energía sí tu propósito es ahorrar en el uso de la calefacción y el agua caliente.

Todos los edificios, fincas, espacios públicos y calles deben estar adaptados para ser utilizados por las personas con discapacidad. Para ello, es probable que se deban hacer cambios en las áreas comunes de las construcciones para garantizar las mismas condiciones de uso a todas las personas.

Es importante tener conciencia de todas las acciones cotidianas. Muchas de ellas pueden resultar un desafío, sino, una imposibilidad a personas con discapacidades. Por ejemplo, subir una escalera, por muy pequeña que sea, puede representar para alguien una gran barrera que no se puede superar sin ayuda. Los inmuebles, las calles y todos los lugares públicos deben ser accesibles a todos por igual, sin importar la discapacidad que se tenga.

No se deben prolongar los cambios hasta que alguna persona se vea en la necesidad de pedirlos. Las zonas comunes de los edificios deben estar adaptadas antes de que representen un impedimento para alguien.

¿En qué pensar para hacer las adaptaciones?

Se debe cumplir cuatro fases para adaptar las viviendas a las personas con algún tipo de discapacidad.

1. Estudio de las necesidades: evaluar las zonas comunes e identificar en ellas los impedimentos que podrían tener las personas con discapacidad.

2. Análisis de soluciones: en esta fase es importante buscar la asesoría de un experto para precisar las adaptaciones que se deban efectuar.

3. Evaluación de adaptaciones: se hacen las adaptaciones para dar la accesibilidad al edificio o zonas comunes y se ponen a prueba.

Es importante tener en cuenta que existen distintos tipos de discapacidades, y a todas hay que tomar en cuenta cuando se analiza la solución. Por ejemplo, si se instala un ascensor para ayudar a personas en sillas de ruedas, este debe llevar a su vez un lector de pisos para personas ciegas.

Pero, ¿quién paga por las adaptaciones?

Estas adaptaciones no suelen ser baratas, y todo dependerá de la cantidad y lo profundo de los cambios. Pero nunca debe ser una carga desproporcionada o indebida; es decir, no puede superar las 12 mensualidades anuales, y debe ser abonada por todos los vecinos. La cantidad será aprobada por la mayoría. Según la ley 8/2013 de Rehabilitación, Regeneración y Renovación Urbana.