¿Las propiedades inmobiliarias entran en la revolución tecnológica?

Nuestro mundo está configurado por circuitos, se almacena la información en la nube y los algoritmos procesan los datos que utilizamos en la vida cotidiana. A pesar de esto, el sector inmobiliario ha adoptado pocos cambios: todavía los agentes trabajan con el papel en todas los esferas de sus trabajos.

Retos de la revolución tecnológica en el sector inmobiliario

Ajustar la industria inmobiliaria a servicios de app, almacenamiento en nube y demás ofertas de innovación presenta un gran reto, ya que naturalmente los procesos tienen una gran carga legal y de papeleo que dificulta ajustarlos a la tecnología. También, dentro de un acuerdo típico de propiedad hay un número muy elevado de partes interesadas, esto obstaculiza el uso de aplicaciones.

La revolución no se dio antes porque ha existido, dentro de la industria, interés de dejar las cosas como son, a esto, Taylor agrega que los proveedores de tecnología tampoco se han mostrado como imprescindibles. Pero hay tantos avances del negocio de bienes inmuebles en otros países que resulta tentador.

Transformaciones y cambios en la industria inmobiliaria

Los compradores creen que los procesos no avanzan lo suficientemente rápido, esto hace que aumente el porcentaje de las ventas fracasadas, y también produce en los consumidores inquietudes en buscar formas de resolver las cosas ellos mismos.

El inicio de todos estos cambios es algo fragmentado, es posible que se juntaran todos en un blockchain más adelante para unirse en un sistema. Sin embargo, las transformaciones surgirán primero. Puede que las aplicaciones ayuden a cerrar brecha haciendo los procesos más eficientes.

Los roles de las personas dentro del proceso evidentemente cambiaran junto con la naturaleza de la industria. Los agentes tendrán un papel más importante al asesorar sobre los acuerdos, en lugar de ser un almacén de conocimientos de las propiedades y sus ubicaciones.

Aún no ha llegado, pero el cambio se está gestando con gran velocidad.

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