El proyecto Iceberg en Dinamarca puede entrar en la categoría de curiosidades arquitectónicas contemporáneas. Surge a raíz del rápido crecimiento experimentado por la ciudad de Aarhus en los últimos años, hecho que obligó a sus autoridades locales a impulsar una serie de iniciativas urbanísticas. Entre ellas, la construcción de nuevas viviendas como las que te contamos a continuación.
Viviendas que llevan al mar
El proyecto Iceberg incluía la creación de 208 apartamentos en un nuevo barrio sobre terreno público, pero rompiendo deliberadamente las reglas de edificación a bajo coste. Esto, a pesar de que la mayoría de sus inquilinos serían estudiantes y familias con bajos ingresos. Frente a los bloques de construcción cerrados, el proyecto abre la edificación en cuatro alas con forma de L, creando zonas abiertas de paso que en uno de sus extremos acaban junto al mar.
Como puedes ver, la diferencia es sustancial, porque este diseño supone dividir la edificación en cuatro elementos, encareciendo todo el proyecto. Pero aún hay más, porque los arquitectos quieren aprovechar la luz y las vistas a la bahía, por lo que añaden formas irregulares, cortando los volúmenes y modificando las alturas de los distintos bloques: unos por debajo y otros sobre los límites establecidos para la zona.
Más vida y más personalidad
Tras las negociaciones, el proyecto sigue adelante y se crean distintos tipos de residencias con formas y balcones diferentes. La vitalidad que logra aportar a las viviendas favorece una mayor animación comunitaria, además de darle a la ciudad un rasgo de personalidad muy particular. El proyecto Iceberg se concluyó en 2013 sin haber incrementado excesivamente el coste previsto en sus inicios, pero abrió la puerta a otras formas de crear viviendas que aportan mayor calidad de vida a sus habitantes. Si vas por Aarhus, no dejes de visitarlo junto al puerto, en una zona privilegiada frente a su bahía.
