Hacer maletas, contactar a la furgoneta que hará el traslado y acordar el horario adecuado son apenas algunas inquietudes que parecen complicar la situación cuando llega la hora de mudarse. Ya que a veces no sabemos por dónde comenzar, te compartimos cinco consejos para que el proceso sea más sencillo.
Pídele ayuda a alguien de confianza: necesitarás chequear que todos tus objetos estén seguros y sean trasladados correctamente sin sufrir ningún daño. Por eso, si vives solo, llama a algún amigo de confianza para que te apoye con estas minuciosas tareas.
Guarda por categoría tus objetos: lo mejor es que los artículos que sean delicados o que se puedan quebrar fácilmente vayan separados de aquellos que tengan más resistencia. Además, es bueno y útil que estén claramente identificados como frágiles. Asegúrate de que sean los primeros en trasladarse y así disminuirás el riesgo de que se dañen.
Haz la mudanza en un horario sensato: cuando te mudas, necesitas usar por tiempo prolongado los ascensores de la finca en el que vives; por eso, es recomendable que elijas una horario en el que la mayoría de los habitantes no entren o salgan del lugar. Solo así la mudanza será menos engorrosa.
Los niños no deben participar en la mudanza: planifica el día para que los más chiquitos no estén en casa cuando llegue el día de la mudanza, por lo general son muy inquietos y pueden retrasar el proceso. Lo mejor es que toda tu atención esté en el traslado, últimos empaquetados y limpieza del lugar.
Comunícalo al presidente de la escalera: antes de mudarte, comunícale al presidente de la escalera sobre tus planes. Así te orientará con respecto a la hora y días más cómodos para ti. A veces, la mejor opción es que te mudes los fines de semana, ya que no genera tanta incomodidad en los vecinos por la poca afluencia de personas.
¿Estás listo?